Cada vez son más las personas que quieren utilizar otros métodos alternativos para tratar las plagas y enfermedades de sus plantas, bien sea por simple gusto, comodidad o conciencia ecológica. Ésta es una recopilación de métodos efectivos más o menos caseros y/o ecológicos. Algunos de ellos los he probado, y en la descripción del método añado mi experiencia. Otros no.

Sin embargo hay que hacer notar que el hecho de que un producto sea de fabricación casera o incluso natural, no quiere decir que sea inocuo, aunque sí es cierto que suelen ser menos dañinos para el medio ambiente que la mayoría de los productos comerciales. Pero por ejemplo la rotenona (insecticida natural extraído de una planta leguminosa) es bastante más tóxica para los peces que otros insecticidas de síntesis, y la nicotina, sustancia natural, no está admitida en agricultura ecológica por su toxicidad. Por ello aquellos métodos y sustancias permitidos en agricultura ecológica (y por lo tanto más respetuosos con el medio ambiente) están indicados con eco.
 
Rosquillas en hoja de rosal
Pupa del taladro del geranio
Pulgones de la adelfa
   


 Plaga/enfermedad 
Tratamientos
 Ácaros
 Aceite de parafina
 Agua
 Ajo
 Ajenjo
 Azufre
 
Jabón de potasa
 Ortigas
 Pelitre
 Antracnosis Bicarbonato sódico 
 Botritis Jabón de potasa 
 Caracoles y  babosas Cerveza (los atrae trampas)
 Ceniza
 Naranja (los atrae trampas)
  Cáscaras de huevo
 Cochinillas Aceite de parafina
 
Aceite vegetal  Ajenjo 
 Alcohol
 Jabón de potasa
 Nicotina 
 Orégano
 Hongos en  semilleros Ajo Canela
 Hormigas Azúcar
 Ajenjo 
 Tanaceto
 Mildiú Bicarbonato sódico Caldo bordelés Jabón de potasa
 Mosca  blanca Aceite de parafina
 Ajenjo
 Pelitre
 Trampas cromáticas
 Negrilla Jabón de potasa 
 Oídio Azufre
 Bicarbonato sódico
 Jabón de potasa
 Orugas Bacillus thuringiensis 
 Pulgones
 Aceite de parafina
 Ajenjo
 Ajo
 Cola de caballo Jabón de potasa
 Nicotina
 Pelitre
 Tomate
 Trampas cromáticas
 Tizón
 Bicarbonato sódico
 
 Trips Aceite de parafina
 Ajenjo
 Nicotina
 Trampas cromáticas
 Tijeretas Trampas de cartón 
 
Descripción de los tratamientos
 
 Aceite de parafina.
   Insecticida acaricida, se usa como aceite de invierno, esto es, se aplica en invierno para acabar con las fases resistentes (hibernantes) de plagas de pulgones, cochinillas, ácaros, etc, en plantas afectadas la temporada anterior o propensas a ellos. Su eficacia se debe a que forma una capa sobre los insectos que les impide respirar. El mejor momento para su aplicación es a finales de invierno, justo cuando comiencen a brotar las yemas, pero antes de que salgan las hojas.
   Se aplica sobre la planta a razón de 5-7 cc en 10 l de agua. Se moja bien la planta hasta que comience a gotear, mejor con un atomizador (cuanto más fina la gota, más efectivo). Como cualquier aceite de invierno, no se debe usar en plantas perennifolias ni a temperaturas superiores a 25ºC.
   Se suele encontrar en comercios especializados como coadyuvante (mojantes) para mezclar con otros productos (insecticidas, herbicidas) con lo que sale mucho más barato que si se compra como insectida.
  De bastante efectividad.
 
 
 
 
 
 Aceite vegetal.
   Contra cochinillas, cuando están en pequeño número.
   Sirve aceite de oliva, girasol o cualquier otro vegetal. Se basa en asfixiar a estos insectos en su fáse inmóvil. Para ello se "pintan" con un pincelito o bastoncillo de oidos mojado en el aceite, una por una.
   Es efectivo pero requiere paciencia.
 
 
 
 
 
 Agua. 
   Los ácaros odian la humedad ambiental, un remedio efectivo contra ellos es llevar la planta afectada a un lugar sombreado y pulverizarla con agua a menudo (varias veces al día) con un pulverizador o incluso con la manguera (con gotas finas) o el grifo de la ducha. Hay que asegurarse de mojar bien toda la planta, especialmente el envés de las hojas. En 4 o 5 días habrán desaparecido.
   Efectividad asegurada si se es constante..
 
 
 
 
 
 Ajenjo.
   La Artemisia absinthium produce un insecticida natural de amplio espectro contra pulgones, ácaros, cochillinas, hormigas, etc.
   Se maceran 300gr de planta fresca o 30g de planta seca en 1 l de agua durante una semana. Luego se filtra y se pulveriza la planta afectada cada 15 días.
 
   
 
 
 
 
 
Ajo. eco
   Se usa contra enfermedades criptográmicas, bacterianas, acáros y pulgones.
Se hace una decocción con 10 g de ajos frescos en 1 l de agua y luego se cuela.
    Otra variante es la infusión de ajo y cebolla: se machacan 1/2 kg entre ajos y cebollas y se echan en 10 l de agua hirviendo, se deja reposar 10 minutos y se cuela. Esto se llama cendrada.
   Se deben pulverizar con ello las plantas y/o el suelo, haciendo tres tratamientos en diez días.
Aviso: deja un fuerte y desagradable olor.
   Otro sistema contra los pulgones consiste en poner entre la tierra, alrededor de la planta, varios dientes de ajo.
   Por el momento, no hay ningún dato que confirme la eficacia de ninguno de estos métodos.
 
 
 
 
 
 Alcohol. eco(etílico)
   Para ataques de cochinilla poco importantes, en plantas pequeñas.

    Se puede usar alcohol etílico o mejor metílico (de quemar). Impregnar un trapo o un bastoncillo de los oidos y limpiar las cochinillas con él. Otra forma efectiva es mezclar 1/2 l de agua templada con una cucharada de alcohol y otra deJabón de potasa (o de lavavajillas a falta de aquél).
   Efectividad comprobada si se tiene paciencia.
 
 
 
 
 
 Azúcar.
   Las hormigas son muy golosas. Muchas aparecen como simbiontes de pulgones, cochinillas y mosca blanca: protegen, limpian y trasladan a estos insectos a cambio de la melaza dulce que excretan. Otras veces ellas mismas pueden ser molestas en los hogares o dañinas en las siembras, pues roban semillas.
   Se puede reducir su población instalando en sus zonas de paso cacharritos llenos en parte con miel, leche condensada o almíbar, donde caerán y se quedarán pegadas.
   Es efectivo para reducir la población, pero no la elimina.
 
 
 
 
 
 Azufre. 
   Antioídio y acaricida preventivo y curativo.
   Se añade azufre micronizado soluble en la proporción de 80 g en 10 l de agua y se fumiga bien la planta afectada. El azufre normal -amarillo- no se disuelve en agua, pero se puede espolvorear sobre la planta. Sólo se debe usar con temperaturas entre 20 y 30 ºC. Se debe repetir el tratamiento varias veces en quince días.
   Efectividad contrastada. Muy usado en agricultura ecológica.
 
 
 
 
 
 Bacillus thuringiensis. 
   Esta bacteria produce unas toxinas naturales (delta-toxinas), que atacan, tras ser ingeridas, la pared intestinal de algunas larvas de insectos, lo que les impide absorber el alimento y les daña la pared intestinal por donde la bacteria penetra al interior de las larvas y les produce la muerte. Son inocuas para otros insectos y vertebrados. Muy usada en agricultura ecológica.

    Hay algunas variedades, cada una de las cuales produce daños a un grupo de insectos en concreto:
  • kurstaki, que ataca a las orugas (larvas de lepidóteros -mariposas-) tales como la procesionaria, lagarta peluda, rosquilla, trotrix, etc, el más usado en jardinería.
  • aizawai, también contra orugas.
  • irraelensis, se usa contra larvas de mosquitos (dípteros).
  • tenebrionis, contra coleópteros (escarabajos).
 
   Se suelen vender en forma de polvo que contiene esporas y toxina juntos (las bacterias producen la toxina al esporular). Se debe pulverizar con gota muy fina, mojando bien la planta y en el momento adecuado (primeros estadios larvarios de la plaga). Es poco persistente (7-10 días) y su efectividad disminuye con el calor (más de 30ºC) y la humedad alta.
 
 
 
 
 
 Bicarbonato sódico.
   Fungicida contra antracnosis, tizón, mildiú, oídio.
   Mezclar en 4l de agua una cucharada de bicarbonato y 2,5 cucharadas de aceite vegetal, batir y añadir media cucharadita de jabón natural (de sosa o potasa).
   Aplicar cada 5-7 días hasta la desaparición de los síntomas.

 
 
 
 
 Canela. 
   Fungicida preventivo para semilleros.
   Espolvorear ligeramente sobre el substrato.
  
 
 
 
 
 Caldo bordelés. 
   Fungicida tradicional contra el mildiú y botritis. Muy usado en el cultivo de la vid.
   Se prepara con 100 g de sulfato de cobre, 17 g de cal viva (óxido de cal) y 10 l de agua en dos recipientes de plástico (nunca aluminio).
  Primero se disuelve el sulfato en 1 l de agua. Como el sulfato diluido tiende a irse al fondo, se suele meter en una bolsa de tela y se cuelga casi en la superficie del agua. Luego se apaga la cal viva con 0,8 l de agua (¡cuidado, quema!) y se deja hasta que se enfríe. Después se añaden 8 l de agua y se filtra para que no atasque el pulverizador. Por último, cuando se vaya a usar, se mezclan ambos líquidos y hay que usarlo inmediatamente, no se puede guardar. Se pueden guardar los dos líquidos sin mezclar.
   Se pulveriza, mojando bien toda la planta, cada 15 días.
   Efectividad contrastada. Se usa mucho en agricultura, ecológica o no.
 
 
 
 
 
 Cáscaras de huevo. 
   Para evitar los daños a las plantas por caracoles y babosas. Dejar secar las cáscaras vacías. Triturar haciendo trocitos pequeños. Se colocan alrededor de la planta afectada. A los caracoles, al pasar, se les quedan pegadas, inmovililzándolos y muriendo después.
 
 
 
 
 
 Ceniza. 
   Espolvoreándola alrededor de las plantas afectadas se impide el paso de los caracoles. En caso de riegos o lluvias fuertes hay que repetir el tratamiento.
 
 
 
 
 
 Cerveza (trampas de).
   Contra los caracoles y babosas se pueden hacer trampas. Se entierra un envase de boca ancha justo hasta el borde y se llena de cerveza (es importante llenarlo hasta arriba). Los caracoles son atraídos por el olor y caen en la cerveza, ahogándose.
   Es bastante efectivo al menos para reducir la población.

 
 
 
 
 Cola de caballo (Equisetum arvense). 
   Contra el pulgón y para prevenir hongos.

   Se ponen a remojo 100 g de plantas frescas en 1 l de agua durante 24 horas. Luego se hierve unos minutos, se deja enfriar y se filtra. Se diluye en agua en proporción 1:5. Se debe aplicar en tiempo seco y soleado, de primavera a verano.
 
 
 
 
 
 Jabón de potasa (jabón negro, oleato potásico).
   Insecticida-acaricida-fungicida de contacto, efectivo contra pulgón, cochinilla y otros insectos de cutícula blanda, así como araña roja y hongos como oidio, mildiú, botritis y alternaria. Se degrada fácilmente (por ello no se debe aplicar por ello en zonas soleadas) y es de muy baja toxicidad.
   Se puede prepar en casa de forma similar a la del jabón común o de sosa. Se necesitan:
- 5 l de aceite ( sirve el usado en la cocina) 
- 5 l de agua 
- 1 kg de potasa cáustica en escamas.
(se puede hacer menor cantidad respetando las proporciones).
Es muy importante no usar utensilios de aluminio.
Se calienta el agua (unos 40ºC) y se mezcla cuidadosamente con la potasa en un recipiente resistente a los caústicos ( cuidado con las salpicaduras, es corrosivo. Si ocurre, neutralizar con vinagre). Es aconsejable usar guantes y gafas. Una vez disuelta se añade el aceite y se mueve no menos de una hora con un palo de madera, siempre dando vueltas en el mismo sentido. Se deja en reposo unos 15 días hasta que ha cuajado totalmente. Debe quedar con consistencia mantecosa.
En caso de que pasado este tiempo no haya cuajado bien, se puede poner al baño María una media hora removiendo igual, o con otro método de mi invención: se echa en un bidón y se mete en el maletero del coche si es verano, con el calor y el movimiento, cuaja perfecta y cómodamente.
   Para usarlo, se disuelven 30 g en 1 l de agua y se pulveriza la planta evitando hacerlo a pleno sol o con mucha luz.
   También se puede usar mezclado con insecticidas, pues es mojante y adherente. Así se puede mezclar con solución denicotina o pelitre en lugar de agua con lo que se mejora mucho la efectividad del insectida.
   Contra las cochinillas, a pequeña escala, va muy bien el tratamiento explicado más arriba, en Alcohol.
   Es eficaz, pero requiere constancia.
 
 
 
 
 
 Naranja (cáscaras de). 
   Atraen a caracoles y babosas. Se pueden colocar en trampas para capturarlos.
   Se colocan, preferentemente al anochecer, un par de cáscaras de naranja junto a las plantas afectadas, sobre el suelo húmedo, y se tapa con una teja o similar, para crear un refugio húmedo y oscuro para los caracoles. Por la mañana se revisan las trampas.
 
 
 
 
 
 Nicotina.
   Potente insectida natural obtenido del tabaco (Nicotiana tabacum), útil contra pulgón, trips y otros insectos de cutícula blanda. Actúa por contacto e ingestión.
   Se puede obtener de forma casera por maceración de 3 cigarrillos rubios sin el filtro en 1 l de agua. Se filtra y guarda en lugar fresco. Se pulveriza directamente sobre los insectos, matándolos en pocos minutos.
   Una variante más efectiva es mezclar este macerado con 30 g de jabón de potasa. Así destruye mejor a cochinillas y ácaros.
   Para plantas pequeñas o en maceta un método más rápido y sencillo (sobre todo para jardineros fumadores) es cubrir bien la planta con una bolsa de plástico, sujetándola a la maceta con una goma, se hace un agujero y se introduce por él una pajita de refresco, por donde se echa el humo de un cigarrillo (según tamaño de la planta, en plantas pequeñas con un par de caladas vale). Se deja así una hora.
   Al menos contra los pulgones, su efectividad está garantizada.
 
 
 
 
 
 Orégano. 
   Anticochinillas.
   Hacer una infusión con 1 cucharada sopera de orégano seco en 1 l de agua hirviendo, dejar que enfríe y colar. Mojar bien toda la planta.
 
 
 
 
 
 Ortigas (purines de). e
   Estimulante de la vegetación (abono) con propiedades fotalecedoras y curativas frente a enfermedades tales como el mildiu o carencias que producen clorosis, previene el ataque de ácaros. Se debe usar Ortiga virens y Ortiga dioica, que son muy ricas en nitrógeno y sales minerales.
   Se necesitan 2 kg de ortigas frescas o 400 g de secas y 20 l de agua. Se ponen a macerar 5 días, removiendo cada día de vez en cuando, luego se cuela y se diluye en otros 40 l de agua.
   Se debe usar al principio de la brotación y con cierta asiduidad (quincenal), regando y pulverizando las hojas.
 
 
 
 
 
 Pelitre. 
   Insecticida natural extraído de la planta Chrysantemum cinerariaefollium (pelitre o piretro), también llamado piretrina natural. Actúa por contacto, produciendo parálisis en pulgones, mosca blanca y ácaros. Tiene baja toxicidad y es poco persistente (máximo tres días).
   Se maceran 50 g de flores secas pulverizadas en 1 l de agua durante 24 horas, se filtra y se guarda en un recipiente bien tapado en lugar fresco oscuro.
   Se puede mejorar su eficacia si se mezcla con 30 g de jabón de potasa.
    Efectivo, muy usado en agricultura ecológica.
 
 
 
 
 
 Rotenona. 
    Se vende en algunos comercios. Eficaz contra pulgón y otros insectos.
    Insecticida natural extraido de leguminosas tropicales: Derris sp, Lonchocarpus sp. y Terphrosia sp. Actúa por contacto e ingestión y es poco persistente en el medio (tres días máximo).
   Efectivo, muy usado en agricultur ecológica.

 
 
 
 
 
 Tanaceto.
   Repelente de hormigas, piojos y polillas.
   Se hace una infusión de 300 g de Tanacetum vulgare en 10 l de agua, se deja reposar 10 minutos y se filtra.
 
 
 
 
 
 Tomate. (Infusión de brotes de). 
   Insecticida contra los pulgones.
   Hacer una infusión con un puñado de brotes frescos en 2 l de agua hirviendo, dejar reposar 12 horas y filtrar. Pulverizar bien sobre los pulgones.
 
 
 
 
 
 Trampas de cartón. 
   Para controlar a las tijeretas (Forcipulas sp.) que causan daños sobre todo a las flores. Se clava un palo fino entre las plantas afectadas, de la misma altura que ellas. En la parte superior se enrolla una tira de cartón corrugado y se sujeta con una goma. Las tijeretas se refugian en ella y se pueden así eliminar periódicamente.
   Bastante efectivo.
 
 
 
 
 
 Trampas cromáticas. 
   Algunos insectos se ven atraídos por ciertos colores. Los pulgones voladores y mosca blanca por el amarillo vivo, los trips por el azul vivo.
   Se pueden adquirir estas trampas en comercios especializados (se usan comúnmente en invernaderos) o bien fabricarlas en casa. Simplemente consisten en un papel o cartón con una capa pegajosa donde se quedan pegados los insectos que se posan. En casa se pueden hacer con papel o cartón (mejor plastificado) o plástico impregnando su superficie con aceite vegetal, melaza, miel, almíbar denso, vaselina (o cualquier sustancia pegajosa que no se seque).
   Se colocan colgados cerca de las plantas afectadas. Tiene el inconveniente de no ser efectivo en zonas con mucho viento.
   No eliminan la plaga, pero si reducen su número. Se usa mucho en invernaderos y otros tipos de cultivos.