Resulta muy útil para quien pasa muchas horas frente a una
pantalla de ordenador.
Según la mitología griega, los centauros eran criaturas mitad hombres y mitad caballos, y se dice que uno de ellos, Quirón, fue quien enseñó a la humanidad el valor reparador de las plantas (ver Cuerpomente nº 161, pág. 138). Por eso no es de extrañar que el nombre de una de las más bellas flores de nuestros campos derive del de ese ser mitológico. En la tradición francesa al aciano se conocía por eau de casselunettes –agua de gafas rotas–, porque se decía que quien probaba esta planta ya podía prescindir de los anteojos para siempre, una aseveración ciertamente exagerada. De centaureas hay catalogadas cerca de 500 especies en todo el mundo, de las que una treintena o más se pueden hallar en España. El aciano Centaurea cyanus es una de ellas, acaso la más bella. Es una planta erecta y grácil, de hasta 70 cm de alto, ramificada y pilosa, con las hojas lineales y puntiagudas y capítulos florales solitarios, con las flores exteriores mucho mayores que las centrales, de color azul intenso. Florece a partir del mes de mayo. Relativamente frecuente en márgenes de huertos, sembrados y barbechos, en praderas y matorrales, el aciano crece en buena parte de Europa, incluido el norte y centro de la Península. Sin embargo, se cree que puede ser originario de Europa Oriental, y que desde allí pudo ser introducido en el resto del continente. Con fines medicinales se cosechan los capítulos florales, en plena floración. Contiene pigmentos azulados –antocianinas– como la cianina, principios amargos como la cnicina y la centaurina, mucílagos, flavonoides, taninos y abundantes sales minerales. Bálsamo ocular Como planta amarga, es un excelente estimulante del apetito, que actúa además como antiinflamatorio, astringente y diurético. Pero el uso preferente y casi exclusivo que dan a esta planta los herbolarios tiene que ver con la salud ocular. Mejora la microcirculación y la resistencia capilar, rebaja la inflamación ocular y contribuye a la regeneración de la capa vascular de la retina, lo que favorece la agudeza visual y proporciona un alivio progresivo a la vista cansada. Eso explica que sea una planta muy adecuada para personas que se ven obligadas a forzar la vista delante de una pantalla de ordenador o de un monitor de televisión, así como para estudiantes. Es también un buen apoyo para las personas que han visto mermada su capacidad de visión y para los miopes. Se aplica en baños oculares y colirios para tratar la conjuntivitis, la inflamación de los párpados y los inoportunos orzuelos, pero también para eliminar las «patas de gallo». El efecto astringente, antibiótico y antiinflamatorio del aciano explican también su utilidad en dolores dentales, llagas en la lengua, labios inflamados y sobre encías sangrantes o irritadas. Remedio para la vista cansada y el escozor de ojos El aciano se aplica en baños oculares, colirios y compresas para los ojos. Los herbolarios recomiendan este remedio: se infunden a partes iguales flores de aciano, eufrasia, saúco y pétalos de rosa de Alejandría (dos cucharadas soperas rasas de la mezcla por un cuarto de litro de agua). Se deja reposar dos minutos y se filtra. Con la infusión se empapan unas gasas o algodones y se presiona unas 10 veces seguidas sobre cada ojo, con los párpados cerrados. Jordi Cebrián Asesora: J Mª Teixé, herborista de «El Manantial de Salud» |
Sus flores reducen gases e indigestiones, además de procurar alivio a los ojos. En junio, alrededor de las fiestas de San Juan, florecen los ramilletes del abrótano hembra (Santolina chamaecyparissus), exhibiendo sus apretados capítulos dorados al sol. Es una planta característica del Mediterráneo occidental, muy abundante en la mitad este de la península Ibérica y con una subespecie propia en las costas de Mallorca y Menorca: la famosa «manzanilla de Mahón». Conocida también por «hierba lombriguera», el abrótano es una mata leñosa y densa, muy ramificada, con las hojas grisáceas, segmentadas, y pequeños capítulos florales de bonito color amarillo, protegidos por brácteas externas. Es muy rica en aceite esencial, con alcanfor y cineol, y contiene flavonoides, taninos y ácidos fenólicos. Freno a los gases El abrótano destaca como tónico estomacal, con virtudes antiespasmódicas, digestivas y carminativas. Es un gran remedio para aliviar los espasmos gastrointestinales y los retortijones que aparecen tras comidas en mal estado o que simplemente sientan mal. Ayuda a recobrar el apetito y resulta muy eficaz para combatir los gases, la halitosis y el reflujo gastroesofágico, así como para evitar la flatulencia. Para las digestiones pesadas, gases y meteorismos, se recomienda combinarlo con achicoria, diente de león y anís verde a partes iguales. Se añade una cucharada sopera de la mezcla por cada vaso de agua. Se hierve medio minuto, se deja otros cinco en reposo y se toma después de comidas fuertes y copiosas. La infusión simple de abrótano -o bien combinada con tomillo y dientes de ajo- se ha usado mucho en ambientes rurales contra los parásitos intestinales como los oxiuros y los áscaris limbricoides. Ayuda para la mujer El abrótano se considera emenagogo. Ayuda a normalizar la regla y alivia los dolores espasmódicos del periodo. También se indica frente a trastornos de la menopausia como dolor de espalda y migrañas. Para dismenorreas o menstruaciones dolorosas existe una fórmula muy ajustada que combina abrótano con caléndula, sauzgatillo y artemisa. Se infunde diez minutos, se cuela y se va tomando desde los nueve días antes de la llegada de la regla, tres veces al día. Por vía externa el abrótano se aplica como antiinflamatorio y emoliente sobre heridas inflamadas. En gargarismos se utiliza para curar llagas bucales, lengua y encías inflamadas y dolorosas. Se indica asimismo para hongos de la piel y candidiasis, así como para tratar la conjuntivitis, la inflamación de párpados y la irritación en el contorno de ojos. Colirio natural de abrótano para la vista cansada Esta infusión, que combina abrótano con otras plantas, se recomienda para aliviar la vista cansada y la conjuntivitis. Se mezcla abrótano con aciano, eufrasia y flores de saúco a partes iguales. Se hierve una cucharada de la mezcla por taza de agua dos minutos, se deja reposar cinco y se filtra. Se empapan compresas o trozos de algodón con la infusión tibia y se presiona repetidamente sobre los ojos cerrados y alrededor, renovando el algodón cada vez que se cambie de ojo. Precaución.El aceite esencial, sobre todo si es puro, no se debe tomar por vía oral. Presentación. Además de la planta seca para infusión, el abrótano se encuentra en polvos, infusión con cloruro sódico para aplicar en colirio, y aceite esencial para masaje. Jordi Cebrián Asesora: J Mª Teixé, herborista de «El Manantial de Salud» |
Bálsamo para la buena
respiración.
El abeto es mucho más que
un símbolo navideño. Este árbol constituye uno de los elementos paisajísticos
más característicos de los ambientes de montaña donde habita, como los Pirineos,
los Alpes y otras cadenas montañosas de la Europa Central. Y para los habitantes
de estas áreas, y para los herbolarios que han recogido sus conocimientos,
supone una fuente notable de virtudes medicinales.
Las hojas del abeto
son lineales, de hasta 3 mm de ancho. Flores masculinas y femeninas conviven
separadas, pero en el mismo árbol. Las piñas son alargadas, de escamas
apretadas. Medra en áreas de montaña alta y media, en suelos húmedos, mezclado a
veces con hayas y abedules.
Las piñas se cosechan en primavera y se
utilizan verdes, para extraer de ellas
la trementina o resina de abeto.
Esta resina se obtiene también ejerciendo una incisión en el tronco. Junto al
aceite esencial de trementina, contiene ácido abetínico, glucósidos y
taninos.
Remedio expectorante
El abeto
destaca por sus virtudes balsámicas y por su poder para descongestionar las vías
respiratorias. Está indicado como un remedio muy eficaz contra la gripe, el
resfriado, sinusitis, faringitis, bronquitis y como apoyo contra el asma. Se ha
llegado a decir que pasear por un abetar y respirar a fondo beneficia a los
asmáticos.
Los herbolarios suelen incluir brotes de abeto en muchas de
sus formulaciones balsámicas y expectorantes. Para arrancar la mucosidad en
congestiones pectorales se mezclan los brotes de abeto a partes iguales con
llantén mayor, marrubio blanco y liquen de Islandia, en la proporción de una
cucharada sopera por taza de agua. Se hierve dos minutos, se deja 10 más en
infusión, se filtra y se beben hasta cuatro tazas, a lo largo del día, pero bien
calientes.
En caso de bronquitis se puede probar una infusión que combina
abeto con malvavisco, pulmonaria y tusílago. Se endulza con un poco de miel y se
toman dosis cortas, cada cuatro horas.
Una alternativa para
descongestionar las vías respiratorias son los baños de vapor con hojas y yemas
de abeto, yemas de pino albar, tusílago y hojas de eucalipto a partes iguales.
Una cucharada sopera de cada planta por litro de agua. Se echan las hierbas en
una olla, que se pone al fuego tapada. Cuando haya empezado a hervir, se retira
del fuego, nos cubrimos la cabeza con un paño o sábana y respiramos los vahos
sobre la olla.
Por su poder antiséptico, actúa como desinfectante en las
vías urinarias, en afecciones como la cistitis y la uretritis, contribuye a
aumentar el flujo de la orina y reequilibra el funcionamiento de los
riñones.
En combinación con otras plantas depurativas, puede incidir
sobre procesos reumáticos, artríticos y lumbagias. Una fórmula útil en este caso
es la decocción que combina dos partes de yemas de abeto y una de gatuña y bayas
de enebro, en la proporción de una cucharada sopera rasa por taza de agua. Se
hierve tres minutos y se cuela. Se toman tres tazas al día, calientes.
En
uso externo, la trementina se aconseja en erupciones cutáneas, forúnculos y
sobre inflamaciones de huesos y articulaciones, pero debe ser evitado por
personas alérgicas, y su toma oral está contraindicada durante el embarazo y la
lactancia.
Jordi Cebrián
Asesora: J. Mª. Teixé, herborista de «El
Manantial de Salud»
Hojas de abedul 40 gr.: 3€
pedidos y consultas: comercialyventas@gmail.com
Rfa.: plameB
El árbol desintoxicante y purificador.
DESCRIPCIÓN
Es un tipo de cochinilla de color marrón oscuro que presenta un duro escudo.
SÍNTOMAS
Los daños que causa son la pérdida de vitalidad del árbol y la emisión abundante de melaza que favorece la negrilla, cubriendo cualquier órgano vegetal de la planta y limitando su fotosíntesis.
PREVENCIÓN
Tratar desde principios de la primavera mojando muy bien todos los rincones. Repetir el tratamiento a los 8-10 días hasta la completa eliminación de la plaga.
TRATAMIENTO: